Con una historia de 2000 años, Lyon tiene hoy una zona metropolitana de casi 2 millones de personas. Reserve su viaje y…
Piérdase en las calles de la vieja Lyon
La ciudad es un viaje en el tiempo. Desde la antigüedad en el Anfiteatro Galo-Romano, a las calles del centro histórico, Patrimonio de la Humanidad por su trazado gótico y renacentista. Son imprescindibles las soberbias Traboules —secuencia de calles y pasadizos estrechos— y la Catedral de Saint-Jean Baptiste.
Cene con vistas a los ríos Ródano y Saona
Además del acceso fácil a las estaciones de los Alpes franceses, Lyon posee el encanto cosmopolita y la fama gourmet. Pero antes de cenar, vale la pena ver los trampantojos, pinturas por las paredes de la ciudad. Y después, la Ópera, cuyo edificio mezcla lo neoclásico con lo moderno. Durante el día, un viaje en funicular hasta el Monte Fourvière.